martes, 31 de enero de 2012

La información quiere ser libre



La internet de 1996, cuando comenzó su acelerado crecimiento, es casi irreconocible de la Red que tenemos hoy en día. Más allá de cambios cosméticos, su nuevo estatus de medio masivo, de acceso virtualmente generalizado ha cambiado fundamentalmente la forma en que muchas personas se relacionan e interactúan con el mundo. Pero no solo el crecimiento y acceso es responsable de la integración en la vida cotidiana de gran parte de las personas del mundo post-industrial. La velocidad de transferencia de datos ha sido un factor fundamental. Debido a las tecnologías de fibra óptica y otras formas de conexión de banda ancha, el acceso virtual a cualquier cosa que pueda ser traducida en ceros y unos es posible y cotidiano. Ya no solo se trata de hipertexto e e-mails, sino de una Red que contiene casi cualquier cosa que sea comunicable entre seres humanos.

Pero los conflictos intrínsecos en este sistema informático no son nuevos. A partir de la invención de servicios de distribución de archivos, con Napster en 1999, y la siguiente lucha legal que muchas disqueras e industrias culturales han comenzado para proteger sus contenidos, una vieja frase se ha vuelto a popularizar, como un mantra que se repite a través de blogs y foros: “La información quiere ser libre”.  La frase original fue pronunciada en una conferencia de hackers en 1984 por Stewart Brand, creador del Whole Earth Catalogue, un compendio de ensayos y artículos de la contracultura norteamericana  que ha sido llamado uno de los precursores de la World Wide Web por Steve Jobs. Sin embargo, la versión original de la frase afirma que “Por un lado la información quiere ser costosa, porque es muy valiosa. La información correcta en el lugar correcto simplemente cambia tu vida. Por otro lado, la información quiere ser libre, porque el costo de obtenerla se vuelve cada vez más bajo. Tienes entonces a estas dos tendencias peleando mutuamente”. La cultura hacker, si es que se puede hablar de tal cosa, ha tomado solo la parte que les interesa y lo ha convertido en su lema. La creencia de que la información debería ser libre.

A partir de los años sesenta, la ciencia ficción norteamericana comenzó a cambiar fuertemente de dirección. Si bien popularmente se reconoce la ciencia ficción por producciones filmográficas posteriores, como La Guerra de las Galaxias, el género literario, una corriente casi independiente de estas manifestaciones, estaba dejando las filosofías modernas positivistas a las cuales se apegó durante la “Era Dorada” de la ciencia ficción y pasó a convertirse en un género de fragmentación, incertidumbre y experimentación. Claramente influenciada por la contracultura norteamericana, pasó de tratar temas como viajes espaciales y dramas robóticos para estudiar el significado de la realidad, las consecuencias de las drogas y la conformación de la sociedad. Muchas manifestaciones del género en la época tomaron entonces la forma de crítica a la sociedad donde se vivía, llevando a sus últimas consecuencias algún concepto como el totalitarismo o la guerra nuclear. Se convirtió en un género que no solo trataba de prever o sorprender, sino también de denunciar. Los años ochenta recibieron la manifestación más clara de literatura de denuncia dentro de la ciencia ficción: el género cyberpunk.

El comienzo de Neuromancer inaugura una nueva etapa en la ciencia ficción: El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto. La novela de 1984 no solo introdujo el uso de figuras literarias tecnológicas, la metáfora de la era informática, sino que inventó un nuevo arquetipo de héroe: el hacker. El experto informático se convirtió en la figura central de un hipotético futuro gobernado por corporaciones y gobiernos dracónicos, donde la única libertad del individuo se encuentra en la Red de Redes, en sus diversas manifestaciones. A tal punto esta red es central para las historias que el autor William Gibson fue la persona en acuñar el término ciberespacio. Muchas de las cosas que hoy en día son dadas por sentado, fueron previstas en estas novelas.

Ciertamente el mundo postindustrial refleja mucha de las características que la ficción de los ochenta tenía prevista, pero incluso la marginalización por falta de acceso a estas tecnologías son contempladas tanto en el Tercer Mundo real como en la novela cyberpunk. Aunque por lo general híper-realistas o, si se prefiere, híper-pesimistas, el arquetipo creado por las novelas ha calado fuertemente en la cultura globalizada. El hacker es entonces la encarnación de la filosofía que reza “la información quiere ser libre”.

El pasado 17 de Abril cuatro jóvenes suecos recibieron la condena de un año en prisión y una multa aproximada a 3.500.000 dólares americanos. Su crimen no fue robar un supermercado, o un carro, ni si quiera una tienda de música. Su crimen fue facilitar el intercambio libre de información protegida, mantener y promover la página de torrents The Pirate Bay. El mismo día de la sentencia, un grupo de activistas se reunieron a protestar en las afueras de la corte. Aunque parezca ser un dilema de fácil resolución, aplicar leyes tradicionales a delitos digitales no termina de parecerles correcto a muchas personas. Parece incluso que una nueva ética, un nuevo paradigma de intercambio de información quiere aparecer. Pero no es más que el viejo conflicto que aquella conferencia de hackers anunciaba. El costo y libertad de la información siempre estarán en contraposición. Los jóvenes que pagan condena defienden estoicamente la ética del hacker: el delito digital es en realidad liberación de la información, es hacer lo correcto. Es la respuesta del individuo en un mundo de excesivas regulaciones.

Sea correcto o no, la aplicación de leyes tradicionales para delitos digitales no es viable. El pasado 31 de julio Joel Tenenbaum, estudiante universitario norteamericano, fue multado con un total de 675,000$ por bajar y compartir 30 canciones protegidas por leyes de copyright. La suma supone que eso devolverá los gastos ocasionados de manera justa, pero es imposible saber cuál fue el daño real detrás de esas 30 canciones específicas: no se puede saber cuántas personas dejaron de comprar las canciones por Tenenbaum, ni quienes terminaron haciéndolo precisamente gracias a la disponibilidad de las canciones. El caso, más allá de hacer justicia, evidentemente intenta ejemplificar los peligros de bajar música ilegalmente. Sea ético o no queda a juicio de cada persona, pero es evidente que la intención no es hacer justicia. No es viable enjuiciar a cada una de las personas en el mundo que ha cometido este delito de esta manera. Es necesario encontrar una alternativa al asunto legal de la disponibilidad de la información.

Las historias que conformaron el género cyberpunk lograron recopilar tempranamente y quizás hasta inspirar un movimiento que tiene una vigencia indiscutible. China y otros países han comenzado a bloquear grandes partes de la Internet, mientras corporaciones utilizan todas las medidas legales posibles por eliminar lo que consideran una amenaza. Un nuevo medio masivo significa mucho más que solo una nueva forma de comunicación, es una lucha de poder constante, es un recurso de poder. Pero aún así, por más que se intenta regular y ocultar, hoy más que nunca la información parece tener la tendencia de tener mayor alcance.  En una entrevista hecha por la página digg.com, el músico Trent Reznor, líder de la banda de rock industrial Nine Inch Nails, afirmó ante la cuestión de su modelo de negocios: “Cuando te digo que te doy música gratis, realmente no depende de mí que te dé música gratis: ya es gratis de cualquier forma, para quien quiera admitirlo. Básicamente cualquier pieza musical que quieras es gratis en la Internet de cualquier forma.”

Christian Bogado Marsá.

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Amor=Placer?


Con esta corta pero gran interrogante comencé a analizar el contenido de una charla respecto al pansexualismo y la degradación de la sociedad acerca del tema de las relaciones sexuales, donde, afortunadamente, tuve la oportunidad de participar. La charla me aborrecía, pensaba que era una pérdida de tiempo al igual que las demás personas que allí nos encontrábamos. No fue sino hasta el final de la misma, que colocaron un video en el cual una pareja de novios a un mes de casarse relataban sus experiencias de lo que había sido su vida sexual antes de conocerse y hablaban acerca de lo pervertido que se ha convertido el mundo, entre otras experiencias que tuvieron a lo largo de su vida. Este video me motivó a escribir este artículo http://www.youtube.com/watch?v=_HLZWd0hfz8&feature=related.


Tener relaciones sexuales…Algunas personas piensan que es lo necesario para satisfacer una “necesidad” y ponerle “pasión” a una relación de pareja, en pocas palabras dicen que es lo necesario para llegar a amar, pero…¿Dónde queda el respeto hacia los demás y, sobre todo, hacia uno mismo?...¿Realmente las personas se pueden comparar con máquinas, que al recargarle las baterías, que en este caso es tener un acto sexual vacío, así y sólo así pueden “sobrevivir” en el día a día y no morir en el intento?.

           
Uno de los grandes problemas que tiene nuestra sociedad es el poco cuidado que se le da a una relación, con esto hago referencia al tipo de personas que creen que ganan algún mérito por estar con 5 a la vez en una noche; les aseguro que por lo menos 4 ni siquiera estarán para situaciones difíciles que se le pueda presentar a dicha persona.

Mi gran preocupación se basa en aquellas pocas relaciones que, antes del matrimonio, se podrían mantener con la carencia de un acto sexual. ¿A ésto se le puede llamar “relación”? No lo creo. Es lamentable ver cómo se les coloca costo y tiempo a un cuerpo, ejemplificando a aquellas parejas que por tener más de un año consideran necesario tener relaciones sexuales, es conveniente que consideren el hecho de que posteriormente puedan tener una relación estable porque verdaderamente el amor, la confianza y el respeto se hacen presentes.

Aproximadamente desde finales del siglo XX se ha venido desprestigiando lo que es el significado de “amar”, con algunas excepciones.


“Demuestra que me amas”, cuántas veces no hemos escuchado esta frase… ¿En verdad es necesario demostrar el más bonito de los sentimientos solamente de esa forma? o ¿estás entregando lo más preciado que tienes, utilizando al otro para satisfacer lo que no puedes satisfacer con una acto sexual (sentirse amado)?… ¿Cuántas mujeres u hombres al pie del altar no soñarían con alguien con quien compartir el resto de sus vidas y ser el padre o la madre de sus hijos, quien ha esperado sólo por ti, que tú seas su primera vez, que lo más preciado que tienes (no se tiene otra cosa que dar) te lo entregue ese día? Puede suceder que esa persona ha tenido el mayor deseo de esperarte, pero por presiones de otro con deseos de satisfacer sus necesidades te ha robado lo que en algún momento pudo ser sólo y únicamente tuyo.

Si nos vamos a lo más elemental que tiene una persona podríamos decir que es el cuerpo, lo más preciado, lo que es únicamente nuestro y sólo nosotros somos dueño de éste…me duele creer que  seres humanos entregan este tesoro solamente por un deseo momentáneo que lleva al placer sexual. Estas personas deberían analizar si hay otra cosa que podemos “otorgar” después de haber “entregado” el cuerpo.


Analicemos entonces qué es para cada uno de nosotros tener relaciones sexuales antes del matrimonio, así y sólo así podremos ver si es amor o es puramente placer.


Ana Cristina Román