miércoles, 13 de julio de 2011

Deseos de comodidad



Desde tiempos remotos el hombre siempre ha buscado la comodidad, y eso lo ha llevado a esclavizar a otros hombres e incluso a separarlos por clases,  le ha llevado a acomodarse mentalmente originando la comodidad de no tener que pensar demasiado y evitar responsabilidades.

            Detengámonos un momento para pensar… ¿realmente es bueno el exceso de comodidad? ¿A quién beneficia? ¿Es sólo cosa de nosotros o es capricho de nuestro cuerpo?  Sabemos que la comodidad que diariamente nos pide el cuerpo no es mala, mala es cuando pasa a ser costumbre, cuando la empezamos a hacer a cada rato, cada hora, en todo momento, sin estar pendiente de lo que debemos hacer, sólo prestándole atención al descanso. Si sabemos que tenemos que entregar una tarea, una tesis o un informe para mañana ¿por qué dejarlo para última hora? ¿No crees que es mejor salir más temprano de las cosas y luego descansar? Si tenemos ese tiempo libre ¿por qué no lo utilizamos para leer algún libro, para estudiar, o incluso hacer deporte, en vez de quedarnos acostados sin hacer nada viendo televisión?


El hombre cada día inventa algo nuevo, algo que genera más comodidad en las personas, pero ¿nos damos cuenta? No, diariamente, ahora todo es mas “sencillo” mas “fácil”, pero sin darnos cuenta el hombre ha dejado de hacer ese esfuerzo que antes hacía, ahora la mayoría de las cosas se hacen con un botón o simplemente hablando. ¿Qué será de las próximas generaciones si la nuestra es así? ¿Habrá algún día en que todos seremos como en la película de “WALL-E”?


           Hace unos días estaba viendo en Discovery Chanel un programa que se llama “tecnología del siglo XXI” y vi que estaban construyendo unos robots pequeños que parecían un frisby que se colocan debajo de los muebles.  En la sala de una casa unos niños están pintando y recortando, al terminar, la  mamá ve como dejaron la sala los niños y se queja porque está todo el piso sucio y rayado, se pone a pensar “¿será que lo limpio o no? mejor no...” sale de la habitación y presiona un botón, salen los robots de los muebles y limpian todo. Es cuando yo me pongo a pensar ¿dónde quedó ese esfuerzo humano que tenían las personas de antes que no se quejaban por lavar unos platos, por recoger un sucio en el piso? ¿Si seguimos así creceremos como personas? O cada día con esta comodidad seremos más flácidos al tener que hacer algo, ¿avanzarán las sociedades con personas así?

           
¿Puede ser el exceso de comodidad lo que impide a las sociedades avanzar por su propio esfuerzo, por sí mismas y no mediante la fuerza de crisis/guerras que obligan a tomar medidas para desarrollarse? Quizás sea éste uno de los factores claves, si no el más importante en la ecuación de la estupidez humana.


¿Por qué cuando hay una guerra, una amenaza, o una catástrofe, pobreza, etc. la comodidad desaparece, y las nuevas generaciones tienen ganas de dejarse la piel, de trabajar por los suyos, etc.?

            

Quizás, porque cuando el daño ya ha sido recibido de pleno, algo interno en el hombre se activa para sobrevivir la especie, de repente cuando el hombre pierde lo que tiene, es cuando lo valora y empieza a desearlo y trabajar por ello como si valiera más que la vida.


           ¿Se puede reeducar la mente, al hombre para evitar que desvalorice lo que tiene, para evitar que caiga en las ansias de comodidad?...



Tomás Ocanto

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