Hablar del blues, una de las principales ramas de la música, es hablar de la melancolía y la tristeza; sentimientos que pueden degustarse a través de los hechizantes sonidos de tal género musical: los “glisses” (acción de golpear las notas suavemente) y una sonoridad melosa pero a la vez distorsionada, que nos sumerge en una secuencia progresiva de notas en las que, por medio de las séptimas, se resuelve en tranquilidad y sentimiento.
Pero la verdad ¿Qué es el Blues?... El Blues se originó en 1912, cuando retumbaba el Blues de Menphis (Menphis Blues) que se origina con W. C. Handy y lo coloca en el oído de todos los americanos. Ya que el Blues venía naciendo de África y por ende era escuchado por la comunidad afroamericana, es Handy quien coloca ese sabor amargo de melancolía pre–guerra en boca y oído de los estadounidenses.
El Blues es un sonido afroamericano por excelencia. No obstante, es un género musical que puede moldearse con facilidad, pues se ajusta a quien quiera aprovechar su estilo. De este modo, cada guitarra y cada voz suenan particularmente distinto. Los gemidos de la guitarra son como un grito sentimental en cada bending (doblez de cuerda para llegar a un mayor tono), y dentro de cada solo existe esa espera entre notas que le da el sabor azulejo a este estilo y que le transmite al público todo un deslave de sentimientos. En el Hombre Patilla (Watermelon Man) de Herbie Hancock se presenta esta sucesión de notas en séptima lideradas por el piano clásico que, de forma suave, nos llevan a través de los “fill” (relleno de algún instrumento, generalmente solos) del saxofón que le ponen ese tono carismático a la tonada.
Nos damos cuenta de cómo Hancock busca transmitir esa luz al final del túnel o disfrutar el riff suave del piano con las mismas progresiones de doce compases.
Son los intérpretes caucásicos los que llevan el Blues a oídos de todo el globo. B.B. King destaca este tipo de sonidos melosos en su tonada La emoción se ha ido (The Thrill Is Gone) donde estas notas apoyadas con instrumentos de viento aparecen y nos transmiten una gracia característica. Los solos de su guitarra Gibson “Lucille” ES – 335 (un modelo destinado a este estilo), con su amplificador Fender y sus pickups únicos, le dan la genialidad al sonido sesentoso de King.
Al pasar los años el blues genera polémica y lo sigue haciendo. Hay aceptación, pero también cierto rechazo, más que nada en su momento de auge. Lo más gracioso de todo, es cómo comenzó este movimiento a escondidas de la comunidad para luego convertirse en el padre nuestro de cada músico. Las canciones de este estilo tienen la característica de atrapar al oyente por medio de la historia que cuenta cada una de ellas, durante esos pocos minutos en que se nos entrega el sentimiento.
El Blues ha abarcado casi todos los tipos de música y ha sido el origen de diversos géneros como el Rock N Roll y el Rythm & Blues. Para los aficionados a la guitarra, el aprender a tocar bien el blues no le llevará una lección o dos: se trata de feeling, se trata de pasión por el instrumento, se trata de transmitir la emoción por medio de un amplificador y así ser entendido por los oyentes; el Blues es una historia contada por los instrumentos, una armonía de notas que nos ayudan a entender un mensaje azul, nostálgico, urbano y sensual que nos pasea por una historia y deja su marca en el oído de cada oyente quienes, como el Glissando, resbalan o se deslizan entre un sentimiento y otro.
Guillermo Blanco.
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