martes, 29 de septiembre de 2015

21 matrimonios que hicieron historia



Plutarco, San Luis IX de Francia, Luis de Turingia, Santo Tomás Moro, Johann Sebastian Bach, el zar ruso Nicolás II, Victoria de Inglaterra, Marie Curie, Gilbert Chesterton, Jacques Maritain,  Carlos de Austria, Andre Maurois, John Ronald Tolkien… Personajes que hicieron historia, pero, ¿y sus cónyuges? ¿Será cierto que detrás de cada gran personaje se esconde una gran mujer, un gran hombre? ¿O será no más que un dicho incierto?

Un gran libro nos lo da a conocer, “21 matrimonios que hicieron historia” de Gerardo Castillo. Al fin somos capaces de voltear a ver la segunda cara de la moneda, aquella escondida, ensombrecida, para lograr tan sólo una meta: el progreso profesional y personal de la primera cara, aquella dada a conocer al mundo, por la fuerza con que la sostiene la cara escondida.

Esa cara escondida es justamente la persona que al lado de la otra hicieron posible cosas magníficas, méritos que la mayoría de las veces atribuimos a uno sólo cuando realmente son dos los que lo consiguen, dos caras transformadas en una, en una misma pieza, en un matrimonio, en una historia de amor sin comparación que los llevo a ser los cónyuges más felices del mundo por medio de un amor recíproco, un amor que a pesar de las dificultades nunca se extinguió sino que floreció y trajo frutos extraordinarios como la santidad, grandes obras literarias y filosóficas, grandes composiciones musicales, descubrimientos científicos, reinados de gran prosperidad, sucesos trágicos, etc.

Cada historia de amor organizada cronológicamente nos da a conocer que el verdadero amor no desaparece con el tiempo, que está presente en las buenas y en las malas, que perdona y, lo más importante, que no depende de época, contexto social o siglo alguno. Así lo demuestra la cronología, con matrimonios desde el año 46 d.C. hasta el siglo XXI.

En fin, todo el libro nos demuestra con sus grandes historias de amor, que éste no se basa en un noviazgo eterno, en una juventud y pasión que se extinguirá tan sólo con la muerte; todo lo contrario, es una lucha constante de volverse a enamorar, de acompañarse en las buenas y en las malas y de ser una sola persona, una sola pieza.


Gabriel Capriles

No hay comentarios:

Publicar un comentario