Todos los días escucho, “la culpa de esto
es Chávez” “la culpa de esto otro son de políticos ineficaces y corruptos de
nuestro país” ¿Por qué no cuestionar la educación que ha formado a estos
personajes?, ¿por qué no cuestionar al problema social que acrecienta día a día
en nuestra sociedad venezolana?
Ese porqué no somos capaces de verlo, no
podemos notarlo en una sociedad que cada vez desperdicia más su tiempo en lo
que no es esencial; se preocupa más por salir a criticar que por la educación
de sus hijos; se preocupa más por lo material cuando lo primordial y lo mejor
para ese niño está en una buena crianza; se preocupa más por estar metido en un
centro comercial que por convivir; se preocupa más en desperdiciar su tiempo
oyendo una cadena, de vaya usted a saber cuántas horas, que pasar el tiempo
formando, jugando y ganando tiempo con lo verdaderamente importante, la
educación de futuros ciudadanos.
Un gobierno eficaz no se construye de
puros políticos que intentan ser buenos, sino de políticos capaces,
formados de buenos ciudadanos, de buenas familia, de buenas escuelas, de buenos
profesores; formados no sólo en el buen hablar sino también en el buen obrar,
de prometer siempre basados en la sinceridad, de corregir lo mal hecho con un
perdón y con las verdaderas ganas de arreglo, un político sencillo, humilde,
paciente, respetuoso, lleno de valores y virtudes; un político entregado a la
nación con propósito de llevar ese país a la Venezuela esperada.
Y una buena sociedad no se construye de un
gobierno que intenta ser eficaz sino de ciudadanos capaces de dar la vida por
su país, de trabajar para salir adelante junto con su familia, de formar bien a
sus hijos para obtener aquellos ciudadanos a los que me refiero, ya que nuestro
progreso colectivo, como nación, reside en el verdadero progreso individual de
cada núcleo fundamental ( la familia) para toda población, en
todos los ámbitos, beneficia directamente a nuestra sociedad y la crea de por
sí porque sin este núcleo, ésta sería una falsa ilusión o una triste realidad.
¿Pero seremos ya una triste realidad? ¿La
descomposición de la familia en la sociedad venezolana nos ha llevado a caer en
aquel precipicio? No lo creo, ya que en un pueblo como éste siempre habrá
esperanza, siempre habrá gente buena que trabaje por un mejor país, quizás
silenciosamente pero poniendo de su parte y haciendo más que muchos políticos
presentes en nuestras instituciones, aquellos que han permitido y realizado
barbaridades, que han llevado a nuestro pueblo querido a la peor de las
condiciones materiales y humanas, un comportamiento indigno de un verdadero
hombre, de un verdadero ser humano.
Y es por esta condición que criticamos,
que criticamos a aquel gobierno y aquellos políticos inhumanos, que han
obtenido ese comportamiento por falta de principios, por falta de moral en el
ambiente social que se formaron.
Entonces nos preguntamos el porqué de la
condición de nuestro país, el porqué de 160.000 asesinatos en estos últimos
años y quien sabe cuántos más en otros gobiernos, el porqué de la suciedad de
nuestra calles, el porqué de todo lo malo que ha venido acumulando nuestra
Venezuela, el porqué de todos aquellos políticos estafadores y corruptos... Es
muy simple: por el
detrimento de nuestra sociedad, por la falta de EDUCACIÓN en los hogares y en
las escuelas, por la falta de FAMILIAS unidas y por la falta de nuestro deber
principal, LA EDUCACIÓN.
Gabriel Capriles
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