No es primera vez que se intenta
retratar la trágica vida de la familia Romanov, una dinastía llena de lujos y
riquezas compuesta por una serie de niños inocentes que no tenían la menor idea
de las fracasadas intenciones de su padre y de la mala administración de estado
por parte de su madre junto con la influencia familiar de una figura diabólica
conocida por todos con el nombre de Rasputín.
Pero pocas versiones han venido siendo
tan bien detalladas y representativas como la narrada por John Boyne, mostrando
así no sólo la trágica vida de aquella familia sino también el contexto social
de la época, la miseria que vivía el pueblo ruso y la riqueza de San
Petersburgo, entre otras cosas de particular interés.
La historia central del relato es
protagonizada por Georgi Yachmenév, un campesino ruso inmerso en la pobreza de
los alrededores de Kashin, un pequeño pueblo que se mantenía con el trabajo de
sus pobladores.
La historia de este adolescente da un
giro de suerte al salvar de un atentado al primo del zar, también llamado
Nicolás, al pasar por sus tierras luego de una campaña de guerra. Este acto de
heroísmo le costará varias desgracias, una de ellas el abandono de su familia y
la muerte de un ser querido, para luego ser trasladado al Palacio de Invierno
para ser el guardián principal de Alexis, el heredero al trono ruso.
Allí comenzará la historia de amor
entre la misteriosa duquesa Anastasia y Georgi, que a pesar de las dificultades
por la diferencia de clases fructifica y genera la segunda parte de la historia
que va siendo narrada junto a la juventud del campesino de manera decreciente;
desde su vejez hasta confluir en el mismo lugar de sus recuerdos, la vida en
Kashin y los momentos felices que vive junto a la familia Romanóv.
La controversia que se ha generado en
torno a la bella princesa Romanov, ha traído un sinfín de cuentos e historias,
de amores y desventuras, pero “La Casa del Propósito Especial” ha
sabido, con una narración maravillosa, dar la talla frente a las narraciones de
igual temática que hayan podido surgir años atrás.
Algunas escenas en la que participan
Georgi y Rasputín se muestran con cierto grado de sensualidad que degrada en
cierta medida el agrado del relato pero que permite la rápida reincorporación
en su lectura por la brevedad de éstas.
En sí mismo el relato es muy negativo,
la trama de la novela va enmarcada en hacer resaltar los sucesos
negativos que transcurren alrededor de ésta, siempre se ve el interés en
destacar la inocencia de los pequeños Romanov y las desgracias que padecen, para
luego darnos a conocer la dura vida del personaje ficticio más interesante,
Zoya, la misteriosa esposa de Georgi.
Es indiscutible el talento literario
del escritor John Boyne dado a conocer por su novela llevada al cine “El niño
con el pijama de rayas” y que recomiendo sin dudar tras sorprenderme con su
capacidad para innovar nuevamente el misterio de la realeza rusa.
Gabriel Capriles
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