sábado, 11 de febrero de 2012

PRIORIZAR EL AMOR





  
A propósito del día de los enamorados que se acerca, y que ahora también llaman el día del amor y la amistad para hacerlo aún más comercial. Me doy cuenta que sólo se le da importancia a la parte material del asunto: el hecho de dar  y recibir regalos para demostrar cuánto quiero y cuánto me quieren, cuando lo que se debe priorizar es el afecto. Pienso que si diéramos al amor el primer lugar en nuestras vidas éste sería un mundo mejor. Lo que necesitamos dar y recibir no son regalos sino palabras y gestos que expresen lo que sentimos por nuestras parejas, familiares y amigos. No creo que los regalos estén mal en sí, sólo digo que no son lo más importante. Muchas veces una palabra de aliento, un abrazo o una palmadita en el hombro, nos hacen sentir más satisfechos y apreciados que los obsequios; lo que necesitamos es calor humano y saber que tenemos a alguien que nos quiere.

Así que si el presupuesto no te alcanza esta quincena para comprar obsequios, no te preocupes… Haz llamadas telefónicas para decirle a alguien cuánto lo quieres; regala un abrazo al amigo(a) que siempre está a tu lado; escribe una carta expresando tus sentimientos, se creativo hay muchas formas de expresar sentimientos. Tampoco esperes el día de las madres paro decirle a tu mamá cuanto la amas, estoy segura que apreciará más una palabra y un abrazo sincero que el más grande de los obsequios. Al final, cuando partimos de este mundo, lo único que nos queda es el amor que dimos y recibimos, y cuando tengas ganas de regalar hazlo sin importar la fecha. Vivimos esperando ocasiones especiales para todo, cuando cada día es una ocasión especial, un milagro de  Dios. No esperes más, vive y ama hoy.

Mayte Zavarce

jueves, 9 de febrero de 2012

Medianoche En París


Título Original: Midnight in Paris
Director: Woody Allen
Reparto: Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel McAdams, Michael Sheen, Cathy Bates, Corey Stoll, Tom Hiddleston.
Año: 2011, Sony Classics
Género: Comedia Romántica

Un escritor es transportado al París de los años ’20, donde conoce a los escritores y artistas que tanto admira.

            Gil (Owen Wilson) es un joven guionista con grandes ambiciones el cual está probando suerte como futuro escritor y que se encuentra próximo a contraer matrimonio con su novia Inés (Rachel McAdams). Ambos emprenden una visita vacacional junto a los padres de su prometida a Paris. Gil es un enamorado de la magnífica ciudad, de su historia y cultura; pero más que nada, de los años de entreguerras, conocida por ser el centro cultural de escritores y artistas que él profundamente admira. Por otra parte, Inés y sus padres son indiferentes frente a las aspiraciones y sueños del joven guionista. Una noche Gil, cansado de la apatía que siente su prometida hacia él y sus aspiraciones,  decide caminar por su cuenta. En busca de retornar a su hotel, ebrio y desorientado se pierde por las calles de la ciudad que tanto ama  y, en punto de la medianoche, es trasladado en un automóvil al antiguo París de los años `20, a una reunión donde conoce a los personajes por los cuales siempre ha sentido admiración, entre otros F. Scott Fitzgerald, Ernest Heminghway, Pablo Picasso y Gertrude Stein, Salvador Dalí. Allí también conoce a Adriana (Marion Cotillard), una hermosa francesa, que al igual que él siente una nostalgia por una época más antigua del Paris y, de la cual se enamora, cayendo en dudas acerca de su compromiso con Inés.

En una atractiva y amena perspectiva el Guionista y Director Woody Allen nos ofrece una producción con un maravilloso recorrido por París. Con una grandiosa fotografía que  ilustra en su esplendor la grata belleza de esta ciudad. Al mismo tiempo, imponiendo su ingenio y creatividad, nos maravilla en este largometraje ligero con una pizca de comedia que en sus 94 minutos nos admira, nos entretiene y nos asombra. Pero más que nada, nos enseña cómo la verdadera felicidad debe ser guiada por nuestros sueños, aspiraciones y metas; cómo debemos vivir los momentos aquí y ahora, sin esas nostalgias fantasiosas y estériles. Los personajes de la época, perfilados sucintamente en características únicas y extravagantes nos exponen una ola de divertidos y desenfrenados acontecimientos que divierte y atrae en, sin lugar a dudas, una ingeniosa producción de primera mano del Fascinante y feraz Director Allen.

Nestor Escobar

martes, 31 de enero de 2012

La información quiere ser libre



La internet de 1996, cuando comenzó su acelerado crecimiento, es casi irreconocible de la Red que tenemos hoy en día. Más allá de cambios cosméticos, su nuevo estatus de medio masivo, de acceso virtualmente generalizado ha cambiado fundamentalmente la forma en que muchas personas se relacionan e interactúan con el mundo. Pero no solo el crecimiento y acceso es responsable de la integración en la vida cotidiana de gran parte de las personas del mundo post-industrial. La velocidad de transferencia de datos ha sido un factor fundamental. Debido a las tecnologías de fibra óptica y otras formas de conexión de banda ancha, el acceso virtual a cualquier cosa que pueda ser traducida en ceros y unos es posible y cotidiano. Ya no solo se trata de hipertexto e e-mails, sino de una Red que contiene casi cualquier cosa que sea comunicable entre seres humanos.

Pero los conflictos intrínsecos en este sistema informático no son nuevos. A partir de la invención de servicios de distribución de archivos, con Napster en 1999, y la siguiente lucha legal que muchas disqueras e industrias culturales han comenzado para proteger sus contenidos, una vieja frase se ha vuelto a popularizar, como un mantra que se repite a través de blogs y foros: “La información quiere ser libre”.  La frase original fue pronunciada en una conferencia de hackers en 1984 por Stewart Brand, creador del Whole Earth Catalogue, un compendio de ensayos y artículos de la contracultura norteamericana  que ha sido llamado uno de los precursores de la World Wide Web por Steve Jobs. Sin embargo, la versión original de la frase afirma que “Por un lado la información quiere ser costosa, porque es muy valiosa. La información correcta en el lugar correcto simplemente cambia tu vida. Por otro lado, la información quiere ser libre, porque el costo de obtenerla se vuelve cada vez más bajo. Tienes entonces a estas dos tendencias peleando mutuamente”. La cultura hacker, si es que se puede hablar de tal cosa, ha tomado solo la parte que les interesa y lo ha convertido en su lema. La creencia de que la información debería ser libre.

A partir de los años sesenta, la ciencia ficción norteamericana comenzó a cambiar fuertemente de dirección. Si bien popularmente se reconoce la ciencia ficción por producciones filmográficas posteriores, como La Guerra de las Galaxias, el género literario, una corriente casi independiente de estas manifestaciones, estaba dejando las filosofías modernas positivistas a las cuales se apegó durante la “Era Dorada” de la ciencia ficción y pasó a convertirse en un género de fragmentación, incertidumbre y experimentación. Claramente influenciada por la contracultura norteamericana, pasó de tratar temas como viajes espaciales y dramas robóticos para estudiar el significado de la realidad, las consecuencias de las drogas y la conformación de la sociedad. Muchas manifestaciones del género en la época tomaron entonces la forma de crítica a la sociedad donde se vivía, llevando a sus últimas consecuencias algún concepto como el totalitarismo o la guerra nuclear. Se convirtió en un género que no solo trataba de prever o sorprender, sino también de denunciar. Los años ochenta recibieron la manifestación más clara de literatura de denuncia dentro de la ciencia ficción: el género cyberpunk.

El comienzo de Neuromancer inaugura una nueva etapa en la ciencia ficción: El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto. La novela de 1984 no solo introdujo el uso de figuras literarias tecnológicas, la metáfora de la era informática, sino que inventó un nuevo arquetipo de héroe: el hacker. El experto informático se convirtió en la figura central de un hipotético futuro gobernado por corporaciones y gobiernos dracónicos, donde la única libertad del individuo se encuentra en la Red de Redes, en sus diversas manifestaciones. A tal punto esta red es central para las historias que el autor William Gibson fue la persona en acuñar el término ciberespacio. Muchas de las cosas que hoy en día son dadas por sentado, fueron previstas en estas novelas.

Ciertamente el mundo postindustrial refleja mucha de las características que la ficción de los ochenta tenía prevista, pero incluso la marginalización por falta de acceso a estas tecnologías son contempladas tanto en el Tercer Mundo real como en la novela cyberpunk. Aunque por lo general híper-realistas o, si se prefiere, híper-pesimistas, el arquetipo creado por las novelas ha calado fuertemente en la cultura globalizada. El hacker es entonces la encarnación de la filosofía que reza “la información quiere ser libre”.

El pasado 17 de Abril cuatro jóvenes suecos recibieron la condena de un año en prisión y una multa aproximada a 3.500.000 dólares americanos. Su crimen no fue robar un supermercado, o un carro, ni si quiera una tienda de música. Su crimen fue facilitar el intercambio libre de información protegida, mantener y promover la página de torrents The Pirate Bay. El mismo día de la sentencia, un grupo de activistas se reunieron a protestar en las afueras de la corte. Aunque parezca ser un dilema de fácil resolución, aplicar leyes tradicionales a delitos digitales no termina de parecerles correcto a muchas personas. Parece incluso que una nueva ética, un nuevo paradigma de intercambio de información quiere aparecer. Pero no es más que el viejo conflicto que aquella conferencia de hackers anunciaba. El costo y libertad de la información siempre estarán en contraposición. Los jóvenes que pagan condena defienden estoicamente la ética del hacker: el delito digital es en realidad liberación de la información, es hacer lo correcto. Es la respuesta del individuo en un mundo de excesivas regulaciones.

Sea correcto o no, la aplicación de leyes tradicionales para delitos digitales no es viable. El pasado 31 de julio Joel Tenenbaum, estudiante universitario norteamericano, fue multado con un total de 675,000$ por bajar y compartir 30 canciones protegidas por leyes de copyright. La suma supone que eso devolverá los gastos ocasionados de manera justa, pero es imposible saber cuál fue el daño real detrás de esas 30 canciones específicas: no se puede saber cuántas personas dejaron de comprar las canciones por Tenenbaum, ni quienes terminaron haciéndolo precisamente gracias a la disponibilidad de las canciones. El caso, más allá de hacer justicia, evidentemente intenta ejemplificar los peligros de bajar música ilegalmente. Sea ético o no queda a juicio de cada persona, pero es evidente que la intención no es hacer justicia. No es viable enjuiciar a cada una de las personas en el mundo que ha cometido este delito de esta manera. Es necesario encontrar una alternativa al asunto legal de la disponibilidad de la información.

Las historias que conformaron el género cyberpunk lograron recopilar tempranamente y quizás hasta inspirar un movimiento que tiene una vigencia indiscutible. China y otros países han comenzado a bloquear grandes partes de la Internet, mientras corporaciones utilizan todas las medidas legales posibles por eliminar lo que consideran una amenaza. Un nuevo medio masivo significa mucho más que solo una nueva forma de comunicación, es una lucha de poder constante, es un recurso de poder. Pero aún así, por más que se intenta regular y ocultar, hoy más que nunca la información parece tener la tendencia de tener mayor alcance.  En una entrevista hecha por la página digg.com, el músico Trent Reznor, líder de la banda de rock industrial Nine Inch Nails, afirmó ante la cuestión de su modelo de negocios: “Cuando te digo que te doy música gratis, realmente no depende de mí que te dé música gratis: ya es gratis de cualquier forma, para quien quiera admitirlo. Básicamente cualquier pieza musical que quieras es gratis en la Internet de cualquier forma.”

Christian Bogado Marsá.

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Amor=Placer?


Con esta corta pero gran interrogante comencé a analizar el contenido de una charla respecto al pansexualismo y la degradación de la sociedad acerca del tema de las relaciones sexuales, donde, afortunadamente, tuve la oportunidad de participar. La charla me aborrecía, pensaba que era una pérdida de tiempo al igual que las demás personas que allí nos encontrábamos. No fue sino hasta el final de la misma, que colocaron un video en el cual una pareja de novios a un mes de casarse relataban sus experiencias de lo que había sido su vida sexual antes de conocerse y hablaban acerca de lo pervertido que se ha convertido el mundo, entre otras experiencias que tuvieron a lo largo de su vida. Este video me motivó a escribir este artículo http://www.youtube.com/watch?v=_HLZWd0hfz8&feature=related.


Tener relaciones sexuales…Algunas personas piensan que es lo necesario para satisfacer una “necesidad” y ponerle “pasión” a una relación de pareja, en pocas palabras dicen que es lo necesario para llegar a amar, pero…¿Dónde queda el respeto hacia los demás y, sobre todo, hacia uno mismo?...¿Realmente las personas se pueden comparar con máquinas, que al recargarle las baterías, que en este caso es tener un acto sexual vacío, así y sólo así pueden “sobrevivir” en el día a día y no morir en el intento?.

           
Uno de los grandes problemas que tiene nuestra sociedad es el poco cuidado que se le da a una relación, con esto hago referencia al tipo de personas que creen que ganan algún mérito por estar con 5 a la vez en una noche; les aseguro que por lo menos 4 ni siquiera estarán para situaciones difíciles que se le pueda presentar a dicha persona.

Mi gran preocupación se basa en aquellas pocas relaciones que, antes del matrimonio, se podrían mantener con la carencia de un acto sexual. ¿A ésto se le puede llamar “relación”? No lo creo. Es lamentable ver cómo se les coloca costo y tiempo a un cuerpo, ejemplificando a aquellas parejas que por tener más de un año consideran necesario tener relaciones sexuales, es conveniente que consideren el hecho de que posteriormente puedan tener una relación estable porque verdaderamente el amor, la confianza y el respeto se hacen presentes.

Aproximadamente desde finales del siglo XX se ha venido desprestigiando lo que es el significado de “amar”, con algunas excepciones.


“Demuestra que me amas”, cuántas veces no hemos escuchado esta frase… ¿En verdad es necesario demostrar el más bonito de los sentimientos solamente de esa forma? o ¿estás entregando lo más preciado que tienes, utilizando al otro para satisfacer lo que no puedes satisfacer con una acto sexual (sentirse amado)?… ¿Cuántas mujeres u hombres al pie del altar no soñarían con alguien con quien compartir el resto de sus vidas y ser el padre o la madre de sus hijos, quien ha esperado sólo por ti, que tú seas su primera vez, que lo más preciado que tienes (no se tiene otra cosa que dar) te lo entregue ese día? Puede suceder que esa persona ha tenido el mayor deseo de esperarte, pero por presiones de otro con deseos de satisfacer sus necesidades te ha robado lo que en algún momento pudo ser sólo y únicamente tuyo.

Si nos vamos a lo más elemental que tiene una persona podríamos decir que es el cuerpo, lo más preciado, lo que es únicamente nuestro y sólo nosotros somos dueño de éste…me duele creer que  seres humanos entregan este tesoro solamente por un deseo momentáneo que lleva al placer sexual. Estas personas deberían analizar si hay otra cosa que podemos “otorgar” después de haber “entregado” el cuerpo.


Analicemos entonces qué es para cada uno de nosotros tener relaciones sexuales antes del matrimonio, así y sólo así podremos ver si es amor o es puramente placer.


Ana Cristina Román


sábado, 26 de noviembre de 2011

“AHORA LOS ENCABEZADOS SON MÁS PEQUEÑOS”


Para muchos venezolanos, el día a día ha llegado a constituir el peor de los temores: salimos de nuestros hogares con miedo de no regresar debido a la inseguridad que impera en las calles. Se le ha rebajado importancia al derecho más importante, el derecho a la vida. ¿Acaso ya no somos seres racionales y conscientes, sino que ahora estamos movidos tan sólo por el instinto de supervivencia?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Una gota de amor

Prólogo:

Soy un vividor empedernido. Disfruto y percibo la vida con mis cinco sentidos al máximo. Siento también emociones: felicidad, tristeza. Lloro y río, amo y sufro. He conocido el dulce sabor de la victoria y el amargo trago de una derrota. Tengo el privilegio de vivir en una ciudad llena de distintos sabores y paisajes, donde a pesar de los pesares, siempre encuentro una sonrisa dispuesta en mi día.

“La vida es bella, vívela. La vida es arte, contémplala. La vida es un misterio, descúbrela”
                                         - Madre Teresa de Calcuta

¿A dónde irán  esos futuros próceres de la vida, representantes de sus inventos, ideas y actos, luego de que se les arrebate su derecho tácito y primordial como seres humanos?

Un aborto no tiene justificación. Incluso cuando se presenta el caso en el que está en riesgo la vida de la madre, por determinadas circunstancias que se presentan en el embarazo, no se debería realizar este vil acto de crueldad y egoísmo. Condeno a los médicos que lo practican; no tan diferentes de asesinos a sueldo, pues también se les paga por acabar con una vida.

Fácil es desentenderse del asunto; cualquier individuo con un criterio mediocre alegaría que “es problema de quien experimenta esa situación” demostrando la falta de sensibilidad humana que tan necesaria es para todo hombre.

¿Por qué se ha perdido la sensibilidad?  Muchos ignoran que somos un colectivo. Dejando la religión a un lado, verdaderamente somos todos hermanos. Una misma especie que durante siglos y siglos ha hecho y deshecho todo… y seguimos en eso. Si bien se deben condenar nuestros actos para el desenvolvimiento óptimo de la sociedad, ¿por qué una criatura inocente debe pagar con su vida el “error” de sus padres?

“El que no valora la vida, no la merece”
- Leonardo Da Vinci

Pueden surgir fluctuaciones como, ¿Si dejo nacer a este niño, seré lo suficientemente bueno para él?  ¿Tengo los recursos para sostener a una familia? ¿Realmente quiero hacer una familia con la madre o el padre del niño?

Lo más sensato es buscar caminos. Sincerarse con uno mismo y ver el entorno. A veces, es hasta más responsable dar en adopción a un hijo que criarlo uno mismo. Sucede mucho en los sectores populares, que cuando no se aborta al niño, se le educa en un ambiente insano y decrépito, convirtiéndolo años más tarde en un criminal, un vagabundo o un drogadicto. Preferible es buscar ayuda: en el gobierno, en la iglesia, en otra familia, pero no sembrar lo más hermoso para luego abandonar su crecimiento.

Aplaudo a quienes se preparan para ser padres y formar familia. ¡Me quito el sombrero ante ustedes! Hombres y mujeres que crían a los héroes del mañana; médicos que salvarán vidas, abogados que defenderán la justicia, políticos que dirigirán a una nación. La mejor forma de enseñar es dando el ejemplo, y una gota de amor por cada familia puede lograr un cambio.

Anhelo un mundo donde todo embarazo sea una bendición, donde cada nacimiento sea un milagro y una familia siempre este allí, para darle la bienvenida con brazos y corazón abiertos a todo bebé.

Porque yo estoy vivo, y han transcurrido 17 años antes de que tomara la iniciativa de ser vocero de los inocentes. De proclamar el enfado atinado y modesto que presento ante ustedes. Porque podría incluirme en la muchedumbre, bajar la mirada, ocultar mi rostro, en vez de tomar cartas en el asunto.

No basta este texto. Pero hoy, lo comparto como humilde aporte.

Como mi manifiesto del derecho a la vida.

Javier Guevara

jueves, 13 de octubre de 2011

El valor de la amistad

“Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano”.                                                                                                 Demetrio de Falero. Orador, filósofo y gobernante ateniense.



Ésta nos deja mucho que pensar; a lo largo de nuestra vida pasan centenares personas, de todas las razas, lenguas y colores; que hasta podemos llegar a considerar los como amigos. Pero esas personas que conocemos como “amigos”, ¿saben valorar  realmente la amistad?

La amistad es un vínculo que nos proporciona la posibilidad de compartir experiencias, conocimientos, etc. entre dos o más personas, donde exista la confianza, la lealtad y la solidaridad. “Un amigo es la persona con la que se puede pensar en voz alta” decía el poeta y ensayista estadounidense Ralph Waldo Emerson.  

El amigo es una persona que lo sabe todo sobre ti y te quiere tal como eres por eso te ayuda en las cosas que te cuestan. La amistad abarca la lealtad y confidencialidad. Lograr la sinceridad mutua. Un amigo siempre va a estar pendiente de ti, estará en esos momentos en los que él sabe que son difíciles para ti, te estará apoyando en las buenas y en las malas, y te llevará siempre por el camino del bien, porque un buen amigo siempre querrá lo mejor para ti.

“El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos”Yo en lo particular estoy de acuerdo con este proverbio, porque de algún modo nos está diciendo, <<todo el mundo tiene defectos>> y es cierto, no hay nadie en el mundo que sea perfecto, solo Dios. Y si buscas un amigo sin defectos no lo encontrarás nunca. Además los defectos nos ayudan a querer más a las personas, a fijarnos en ellas, y si con ellas tenemos confianza, hemos de decírselo.

“La amistad es el mejor regalo que Dios ha ofrecido al hombre”Todos en algún momento de nuestra vida le damos gracias a Dios por algún amigo, un compañero, que en algún momento nos ayudó, y se preocupó por nosotros. Dios está detrás de todo esto. El nunca nos dejará solos, sin nadie q nos apoye, que nos de consejos, nos ayude a diferenciar lo bueno de lo malo porque eso si lo hacen los verdaderos amigos, nos ayudan en las malas y nos apoyan en las buenas. Cada día tenemos que ser mejores personas, mejores amigos, preocupar nos por los demás, para que los demás se den cuenta que nos preocupamos por ellas. Así ellos harán lo mismo con nosotros en algún momento, en el que más lo necesitemos, aun sin darnos cuenta estaremos recibiendo una ayuda, de ese gran amigo en el que nunca pensaste que podrías confiar o en ese amigo que siempre confiaste.

“No hay mayor riqueza que la verdadera amistad”.                                   Anónimo.



Tomás  Ocanto.